martes, 6 de enero de 2015

SOBRE "LOS IMPRESENTABLES".

“Los Impresentables” obtuvo en el año 2007 el VIII Premio Serantes de Santurtzi (Vizcaya).
En 2008 fue editada por la editorial Artezblai.


¡LOS IMPRESENTABLES CONTRA EL MUNDO!

“Los Impresentables” es un texto teatral que gira en torno a los límites de la libertad de expresión.  Tres personajes Paqui, Richard y Pepe Impresentable, tratarán de urdir las historias más rompedoras, las tramas más transgresoras, derribando tabúes y haciendo de la provocación y el escándalo sus señas de identidad. 

El humor es el territorio de esta obra, que transversalmente trata temáticas generadoras de enorme polémica (violencia de género, terrorismo, símbolos sagrados islámicos, negación del holocausto, religión, ejército…), y que partiendo de una defensa de la libertad de expresión y de una cierta renuncia a lo políticamente correcto y  alejándose del pensamiento único, incluye grandes dosis de auto-ironía, necesaria para abordar unos temas tan complejos, sin una perspectiva unidireccional.  Puesto que los
protagonistas de la obra, “Los Impresentables”, que están siempre ansiosos por epatar y triunfar a cualquier precio, son, en ocasiones, ridiculizados por su desacertado tratamiento de algunos temas, de modo que la obra no está exenta de una importante autocrítica en forma de parodia hacia su propio discurso.

No es una obra provocadora, sino que trata sobre la provocación.   




Se trata de un texto de tono caricaturesco.  Sin embargo  a mí me encanta el teatro documento.  ¡…!  Mi mayor anhelo es la verosimilitud.  El problema es que tengo una visión del mundo bastante disparatada.  De hecho, algo que caracteriza frecuentemente mis textos, es un cierto empeño en aunar lo cotidiano y lo surreal y absurdo. 



En el año 2011, realizo una nueva versión del texto.  Nacen dos nuevos “Impresentables” (Monse y Luis Enrique) que se incorporan a la trama ya iniciada la narración y se definen en unas breves escenas introductorias de cada uno de ellos.

Y el cambio más significativo, de esta reescritura, es el final.  Cierro la obra introduciendo una escena de “Desenlace” que creo que es más acorde con la situación actual (realmente el que, en estos tiempos, desafía ciertos límites de la libertad de expresión se juega directamente la vida, ahí están además de Salman Rushdie, los casos de Roberto Saviano o  los de las personas que realizaron las caricaturas de Mahoma que provocaron en su día numerosas muertes y que siguen seriamente amenazados).  En fin, más allá del tono autoparódico, en el que se critica también cierto exhibicionismo, inmadurez e ingenuidad rayana en la bobería de algunas actitudes de “Los Impresentables”, ellos también son elementos saludables en una sociedad cada vez más uniformada y de verdades incontrovertibles.  En este sentido el nuevo final me parece más coherente con el resto del texto (cobran así más sentido la escena del debate del holocausto o el temor irracional a los terroristas suicidas, por ejemplo) e introducen un cierto arco de evolución de los personajes que aunque son  bastante esquemáticos y están casi siempre al servicio de las historias breves que presentan, de este modo cierran el círculo de su existencia, a través de una capitulación, de un rendirse ante las evidencias, que considero reflejo del momento que vivimos.






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