martes, 15 de diciembre de 2020

LORCA PERDIDA Obra ganadora del V Concurso de textos teatrales Villacarrillo Imaginaria. FRAGMENTO DEL NUDO DE LA OBRA.



Breve sinopsis: El espíritu del poeta se comunicará con nosotros a través de una sesión de espiritismo teatral, y a medida que avanza la acción descubriremos que la protagonista abandera una defensa del colectivo LGTBI frente a la intolerancia y las amenazas.


Personaje único: ELLA.


(Se escucha una voz en off masculina, es la voz de Lorca)

VOZ DE LORCA.

“Como no me he preocupado de nacer, no me preocupo de morir".

(Muy lentamente se va iluminando la escena. Adivinamos, en ella, unos pocos elementos: una mesa en la que hay un par de velas, un tablero de ouija, y un espejo de mano; una silla y un per- chero con varios elementos de vestuario colgados)

(Hay un único personaje, una mujer, de mediana edad, que progresivamente va saliendo de su pro- fundo mutismo y tantea a su alrededor –la luz es mínima- confusa)

ELLA.

Hola.

Hay alguien ahí...

hay alguien aquí...

Mmmm... uaaaah... qué frío...

Y qué dolor de cabeza...

Me siento como si... acabara de despertar ...

O de dormir...

No sé... ¿Estoy soñando?

¿O esto es... real? ¿O sueño mi realidad?

 ¿La vida es sueño? ¿Será esto...Calderón de la Barca...?

No... no me suena que vayan por ahí los tiros...

No sé, no sé... el caso es que este lugar es muy extraño, hay luces... y oscuridad...

¿Estaré en otra dimensión? Porque no es muy normal un sitio con tanta tiniebla y tanto silencio...

Uuuuuuhhhh, qué misterioso todo... a ver si me han abducido... que a mí eso me ha dado siempre mucho respeto...

No hay derecho a que vaya una tan tranquila y de repente surja de la nada una gran luz que te aspira y te lleva a...yo qué sé... a otro planeta...

¿Estaré en una nave? ¿En un ovni viajando a millones de años luz, a una galaxia muy lejana?... ¿Será esto... “La guerra de las galaxias”?

No... no tiene pinta, habría efectos especiales y millones de dólares en decorados...

Y esto parece más bien... escaso de presupuesto...

No. Por la pinta cutre... esto podría ser algo... más bien... como en plan... historia de suspense... o de terror sicológico...

¿Y si aparece, de repente, un sicópata que me tiene secuestrada...?

Huy quita... espero que no, que a mí los sicópatas no me caen bien... con todos los respetos por si me está escuchando alguno... yo no quiero ofender a nadie, pero...

a mí es que el gore no me va nada de nada...

(Tropieza con un objeto que hay en el suelo) Un momento, aquí hay algo...

Y no es un miembro amputado... menos mal...

Es una bloc... o un... un texto... sí, es un guión... a ver el título... se llama “Lorca perdida”.

 ¿De qué me suena?

 Debe ser... una película que he visto...

Me viene a la memoria un vago recuerdo...

¿Recuerdo?

(Casi como poseída, teatraliza el siguiente texto breve) “Me gusta tanto la palabra recuerdo. Es una palabra verde, jugosa. Mana sin cesar hilitos de agua fría”. (1)

(Como volviendo a la realidad) ¿Quién ha dicho eso?

He sido yo, pero... ¿Por qué he cambiado la voz?

Y además... no sé muy bien qué significa lo que acabo de decir... Quiero decir que... sé lo que significa, pero es como si yo dijera los pensamientos de otra persona...

¡Qué locura!

Ha sido al coger este guión.

(Empieza a hojear el manuscrito) Tendrá algo que ver con...

¡La leche! El texto que acabo de decir, palabra por palabra está escrito aquí, en la primera página.

 Esto tiene que tener una explicación... debe ser que... que yo conozco el principio de este guión porque... he visto la película y tal...

De hecho, a lo mejor estoy en un cine y por eso hay tan poca luz, y tanto silencio.

Pues nada, voy a sentarme, a ver la proyección.

(En efecto, se ha sentado. Espera atenta. Se revuelve incómoda en la silla. Se impacienta)

Aquí no proyectan nada... Esto está muy parado... No, yo creo que ni siquiera es un cine, ni yo soy espectadora...

(Se escucha una respiración agitada y un arrítmico latido de corazón...)

Aaayyyy, qué es ese ruido... parecía una respiración y unos latidos... ¿Formará parte de la trama?

No, aquí en el guión... no aparece nada de ese tipo... que yo vea...

(Descubre algo en el manuscrito que llama su atención) Pero... un momento... esta foto...

Esta soy yo... y estoy actuando... o sea que soy... una actriz... ¡Qué ilusión!

¿Seré buena y todo?

Imagino que sí... pero... cualquiera sabe...

Oye... y si... soy de las importantes... Por qué no...

 A lo mejor soy famosa... Qué ilusión me haría... Ser una estrella...

(Dejándose llevar por su fantasía) Y cuando paseas, todo el mundo quiere hacerse un selfie contigo...

Aquí un selfie, allí otro selfie ... esperen hagan cola que hay para todos... ¿Otro más? Madre mía...

Qué pesaditos los fans...

En fin, es lo que tiene haber ganado un premio Goya y un Oscar de Hollywood...

Pero no importa, como soy rica y millonaria... eso lo compensa todo...

Cuando me agobian los fans me monto en mi avión privado y... leo los guiones que me envían mis agentes... como este guión que...

(Lo estaba hojeando y descubre algo) Un momento... aquí pone... que esto es el texto de una pro- ducción escénica ...

Menudo bajonazo... soy una simple actriz de teatro...

Joé... con la ilusión que me habría hecho ser famosa... Qué ruina...

A no ser qué... Espérate a ver, porque también hay musicales en plan Broadway que dan bastante

pasta.

(Volviendo al manuscrito para corroborar) A ver si hay suerte...: (Lee) “... “Lorca perdida” una producción teatral comprometida con la realidad social y basada en fragmentos de obras de Fede- rico García Lorca...”

 Huy, eso de “comprometida con la realidad social” no suena como para hacerse rico... está claro...

 El caso es que en el texto está mi foto, y por tanto... esta obra la interpreto yo.

Pero ¿por qué habré elegido una profesión en la que hay tanta gente que vive casi en la miseria? A ver si el texto me aclara algo...

(Leyendo un fragmento del manuscrito) “El teatro es poesía que se sale del libro para hacerse hu- mana, y un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo; como el teatro que no recoge el latido social, el latido histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro, sino sala de juego o sitio para hacer esa horrible cosa que se llama "matar el tiempo"” (2).

Ufa.

Me ha llegado hondo.

Sí. Me ha conmovido este fragmento de... Federico García Lorca.

(Suspira) Aaahhh. El teatro.

Es mi pasión, está claro.

Empiezo a recordar, imágenes, fugaces... yo en un escenario... disfrutando... y haciendo disfru- tar...

Y bien pensado, ser una estrella de cine, no es para tanto...

Estaba ya harta de tanta selfie y tanta tontería, y todo tan superficial...

Y he podido experimentar por mí misma a lo largo de mi breve pero intensa carrera cinematográfica (un minuto veinte segundos, aproximadamente), que la riqueza no da la felicidad. Pero esto... esto del teatro es otra cosa.

Aayy Federico, qué hondura y qué sentimiento...

  Pero yo sigo sin recordar quien soy...

Por ahora los únicos datos que tengo son: esta foto y este texto...

Y una pasión profunda, que siento aquí en las tripas, cuando me subo a un escenario...

(Explora, a tientas, el espacio) Estas otras cosas que hay por aquí, ¿serán objetos de la obra? Seguro que sí porque parece que hay vestuarios, y un espejo para maquillarse y la silla y... huy esto no encaja...

Juraría que es una... ¡una ouija!... y las velas... son cosas como... para hacer espiritismo... para invocar a los muertos y tal...

Creo que... yo he utilizado una de estas alguna vez...

(Moviendo la ouija, une letras para crear un breve mensaje. Lo pronuncia, a la vez que lo forma) H-o-l-a ¿h-a-y a-l-g-u-i-e-n a-h-í?

(Se escucha una voz)

VOZ.

¡Sí! ¿Quién eres? Dinos tu nombre...

ELLA.

(Asustada, se aleja del tablero) ¡Madre mía! ¿Esa voz es de un...? ¿... De un muerto?

Espero que no. Menudo trauma si lo fuera...

  Además parecía la voz de alguien vivo... no sonaba como si estuviera hablando un fantasma...

 De todas maneras, creo que es mejor que me deje de muertos y que me centre en la vida, mi vida... para intentar rememorar qué hago yo aquí... y qué está pasando... es todo tan misterioso...

A ver si hay más pistas es este texto teatral... (Hojeando) Parece que... es un monólogo... Waaaa, ¡qué fuerte! Resulta que aquí... ajá...

    Estos fragmentos son de un personaje que ha jugado un papel muy importante en mi vida.

  ¡Mariana Pineda!

Esa heroína del siglo XIX que fue condenada y ejecutada por bordar una bandera revolucionaria.

Lo representé hace poco. Madre mía, no fue fácil prepararlo, entre otras cosas porque nada más empezar los ensayos, el director me dijo que tenía que crear el personaje a partir de una descripción que aparece en la obra:

(Leyendo) “En los ojos de Mariana, había un constante desfile de pájaros. Un temblor divino, como de agua clara

 sorprendida siempre bajo el arrayán,

o temblor de luna sobre una pecera

donde un pez de plata finge rojo sueño”. (4)

(Componiendo un gesto) Era tal que así la mirada que se describe. ¿La veis?

(Con los ojos muy abiertos, señala sus pupilas) El desfile de pájaros, el arrayán, la luna, la pecera,

el pez de plata, el rojo sueño, están aquí, justo detrás de mis lentillas, ¿a que sí?

    ¡Qué caña! ¡Esa es mi Mariana! ¡Puntazo de personaje!

(Mientras narra, ELLA se caracteriza de Mariana con algunos sencillos elementos) Nosotros la verdad es que hicimos algunos cambios en el texto, para actualizarlo.

Marcamos, por ejemplo, que la bandera que cose la Pineda no es una enseña revolucionaria de hace dos siglos, sino la bandera de los colectivos LGTBI, una lucha más cercana y de la que seguro que estaría orgulloso Federico.

Waaaa... Los recuerdos vienen a trompicones... y Ufff... ¡Qué fuerte! Me acaba de venir a la me- moria, algo que ocurrió después del estreno:

Como resulta que yo siempre me identifico con mis personajes, y casi me transformo en ellos, a raíz de interpretar a Mariana Pineda, me involucré a tope con un colectivo de lesbianas, gays, transgé- nero, intersexuales y bisexuales de mi barrio (en realidad yo, para reivindicar mi propia identidad sexual, ya pertenecía al grupo, pero cuando la Mariana se apoderó de mí, me comprometí con la causa, a muerte), y hace unos días fuimos hasta la sede de un grupo ultra nazi homófobo, una gente exquisita... ya os podéis hacer una idea...

Y me planté delante de su puerta con la bandera multicolor LGTBI recién bordada.

En realidad les estábamos devolviendo la visita, porque nos habían agredido, ellos, unos días antes, en un acto festivo de familias del mismo sexo que habían adoptado niños. Así que decidimos ir hasta su sede para demostrarles que no nos iban a intimidar.

Y al vernos, aquel día, salieron un montón de cabezas rapadas, de espalda tamaño armario empo- trado, para recibirnos. A los tipos les salía espuma por la boca de la rabia, y llevaban cadenas y pinchos en los puños.

   El problema es que, en vez de acojonarme, de pronto, el espíritu de Mariana se apoderó de mí, y me obligó a declamar fragmentos de mi personaje ante público tan selecto.

Y levantando la bandera del arcoíris que sujetaba con toda la rabia del mundo, recité aquello de:

“No tengo miedo, ¿te enteras?

Yo bordé la bandera con mis manos; con estas manos, ¡míralas!

Y la bandera que he bordado temblará por las calles entre el calor entero del pueblo”. (5)

Uno de aquellos tíos, un viejo conocido al que habíamos denunciado por agresiones homófobas, todo mosqueado, sacó una pedazo de navaja de casi medio metro, y me miró con cara de “tía te la estás jugando”, y en efecto, yo soy muy juguetona, además en algunos idiomas actuar y jugar se dice igual, así que me la jugué recitándole:

“La libertad suspirada por todos,

Pisará tierra dura con anchos pies de plata.” (6)

Y cuando se acercó hasta mí, y me dio un empujón, en vez de salir corriendo como el resto de mis compañeros, compuse mi mejor mirada de...

(Recitando a toda velocidad) temblordivinocomodeaguaclarasorprendidasiemprebajoelarra- yánotemblordelunasobreunapeceradondeunpezdeplatafingerojosueño.

Y las palabras de Mariana y de Federico brotaron de mis labios:

“Amo la Libertad por encima de todo,

pero yo soy la misma Libertad. Doy mi sangre, que es tu sangre y la sangre de todas las criaturas. ¡No se podrá comprar el corazón de nadie!” (7)

Y el tío me miró confuso, no sabía cómo reaccionar... apretó la empuñadura del cuchillo con todas sus fuerzas y... creo que llegué a ver una lágrima abriéndose paso entre el odio que inun- daba sus ojos...

...Pero no estoy segura...

¡Madre de Dios!

Fue una locura, lo sé... Pero tenía que hacerlo, porque: es tan bonito ver a un cuchillo derro- tado por un verso...

Sin embargo lo más habitual es lo contrario, que las armas se sientan ofendidas, y furiosas decidan acribillar a la lírica... ¿verdad Federico?

Pero en el fondo tú creías en el poder mágico de la poesía. Hmmm... ¿Cómo la llegaste a definir alguna vez? (Mirando el texto) A ver si aparece por aquí...

Sí, aquí está:

"Poesía es la unión de dos palabras que uno nunca supuso que pudieran juntarse, y que forman algo así como un misterio".

Un misterio. Como el que estoy viviendo yo, aquí, ahora.

A los dos nos interesan mucho los misterios. ¿Eh Federico?

Un momento...

Estoy pensando que...

¿Y si la ouija y las velas forman parte del montaje teatral que se supone que estoy preparando? ¿Y si en “Lorca perdida” se invoca, a través de estos instrumentos, el espíritu del poeta...?

Es la única explicación que se me ocurre...

Voy a probar, a ver qué pasa...

(Manipulando la ouija) F-e-d-e-r-i-c-o-G-a-r-c-i-a-L-o-r-c-a

(Se escucha la misma voz de antes)

VOZ.

¿En serio? ¿Federico García Lorca? ¡Qué fuerte! ¡Nunca me había pasado algo así en una sesión de ouija! ¡¡Hey, venid a ver esto!!

ELLA.

Huy, huy, huy... se me están poniendo los pelos de punta... me estoy comunicando con el más allá, así como si tal cosa...

Y si no me equivoco, los del otro lado, que no sé muy bien por qué, parecen estar como muy impre- sionados conmigo, han ido a buscar a Federico...

Huy, yo no sé si estoy preparada para esto...

Prefiero cortar por el momento el cauce de comunicación con los difuntos...

¡Madre mía!

De hecho... No sé si realmente deseo hablar con Lorca. No sabría qué decirle.

Aunque, una oportunidad así, es oro puro para cualquier amante de la literatura. Y más aun para una actriz como yo.

Más de una vez, preparando los personajes, me habría encantado preguntarle mil cosas.

Por ejemplo, cuando montamos “Yerma”, la historia de la mujer que no consigue tener hijos con su marido y que está obsesionada con quedarse embarazada. Partíamos de la idea de que había mucho de Federico en el personaje, y me habría encantado poder contrastar con él esta idea... sobre ella...

Sobre Yerma...

(ELLA está tratando de caracterizarse con algunos sencillos elementos) Mi Yerma...

Recuerdo que iba maquillada... así...

Un momento... ¡Qué raro, en el espejo, no puedo ver mi cara! ¡Qué está pasando aquí! Malditas tinieblas. No importa, el maquillaje no era tan importante...

(…)


(Para leer el texto completo enviar mensaje a  tomasafan@hotmail.com)


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